El fanatismo sin dudas ha llevado el espectáculo a momentos
extremos. La pelota, deporte nacional, donde todos nos creemos directores del
equipo que apoyamos, en los últimos tiempos ha sido escenario de indisciplinas
que en su momento fueron criticadas por nuestros medios. En ocasiones éstas
no se protagonizan en el terreno, sino en las gradas o en lugares aledaños al
estadio. Precisamente hoy leía uno de los comentarios publicados en la Web de Granma del lector que
firma como Jover: “…Lejos de esas culpas venenosas achacando las derrotas a
contrarios, CNB, VM y todas esas sandeces que dijeron por este foro mis
coterráneos villareños, los mismos que en el penúltimo juego entre Mtnzas y VC
negaron a los aficionados matanceros el derecho de tomarse un refresco o
comerse un pan en los tantos kioscos de cuentapropistas, en mi presencia le negaron
a una pareja comprar un bocadito diciendo que no se le vendía a los matanceros
de VM32, eso fue el colmo del fanatismo, perder dinero por un capricho vil, le
compré yo los bocaditos a esa pareja y les pedí disculpas en nombre de toda VC,
he asistido a varios juegos al V de Girón, el trato siempre ha sido excelente y
educado por parte del público matancero sin importar el resultado del desafío,
qué diferencia con lo que ha dejado ver mi pueblo tanto en el estadio como por
estas páginas, mucho más el espectáculo tan denigrante en que se convirtió el
final de ese mismo penúltimo juego, mis más sentidas disculpas a los matanceros
por todas estas atrocidades, no todos los villaclareños somos tan absurdos,
obtusos y faltos de lógica como los que han despotricado de ustedes y han cometido
actos violentos. Una vez más, los villareños justos y decentes les desean que
se cumplan sus sueños…” Es la primera disculpa pública que leo, pero muchos se
preguntarán ¿por qué? He conocido algo respecto a lo sucedido en el penúltimo
juego escenificado entre Matanzas y Villa Clara, por los blogs
porque no hay dudas que sobre el tema hubo secretismo.
Es una lástima que no se puedan cruzar las fuentes porque la
información viene de algunos presentes en el momento y no de alguna autoridad
provincial que tomó cartas en el asunto, ni alguien perjudicado como Ramón
Pacheco, fotorreportero del periódico Girón de la provincia yumurina.
Lo que si está claro que Pacheco ejerciendo su profesión
periodística fue maltratado, su equipo de trabajo sufrió rotura y por
sugerencia de alguien, se dice que borró las imágenes del momento.
Como fotoperiodista creo que el Círculo de Fotoreporteros de
la UPEC y la
presidencia de nuestra organización deben investigar al respecto y exigir una
explicación a quién o quiénes deben darla públicamente. El silencio, es la peor
opinión.