Foto: Bill Hackwell
Muammar Gadafi murió en Sirte, su ciudad natal en Libia. Tres imágenes captadas de un video de Aljazeera recorren el mundo. Unos hablan de que cayó de dos disparos en la cabeza cuando se produjo un combate contra la caravana en que se movía y hay quien explica a las televisoras que fue capturado vivo, entregado y después le dispararon con una pistola 9 milímetros en el lado derecho del abdomen. También se dice que un avión no tripulado atacó la caravana, resultó herido en las piernas y al ser trasladado en ambulancia murió. La OTAN tiene su versión y el Consejo de Transición tiene la suya. Primero fueron las fotos del ajusticiamiento de Sadam Hussein, pero las que mostraron de Osama Bin Laden fueron manipuladas burdamente, nunca ha circulado una foto que demuestre que fue capturado en Abbotabad en Pakistán. Por lo menos hoy dejaron descansar a las Damas de Blanco y Laura Pollán. Así es la gran prensa y el Imperio.
Los indignados del movimiento Ocupemos Wall Street en EEUU, quienes protestan pacíficamente, son reprimidos con violencia, mientras por las calles de Miami, en el estado de la Florida camina impunemente el terrorista más cruel de América Latina: Luís Posada Carriles.
Angélica Mora escribió en el Diario de las Américas que detrás del movimiento de los Indignados de todo el mundo está Cuba y la Congresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, por su parte dice que la presencia de las niñas y niños de la Colmenita en tierra norteamericana "socava las prioridades estadounidenses de política exterior y los intereses de seguridad nacional".
No olvidemos que esta maestra, mal nacida en Cuba, es la misma que en su momento envolvió al niño Elián González con la bandera norteamericana e hizo todo lo que estaba a su alcance para arrebatárselo a su verdadero padre. Es muy conocida su historia vinculada a la mafia cubanoamericana de Miami y en especial, ser presidenta de honor del comité de apoyo al mismísimo terrorista Luís Posada Carriles, uno de los autores confesos del sabotaje al avión de Cubana, en Barbados, donde perdieron la vida 73 personas.
Alejandro Ríos en el Nuevo Herald refiriéndose a la tropa infantil de Tim Cremata escribió: “Como norma de este operativo cada día se envía un despacho de las “abejitas” al estado mayor de La Habana como si estuvieran en un frente de batalla. Los niños disfrutan de las delicias del “imperio”, sus museos, buena comida e historia, sostienen encuentros con congresistas afines al castrismo, visitan e interactúan con estudiantes en escuelas y conversan con personas que protestan frente a la Casa Blanca. Luego escenifican para la prensa cubana las llamadas telefónicas a los espías sueltos y detenidos en poses patéticas. Estas desventuras que harían una buena causa de abuso infantil en cualquier corte de Estados Unidos” (…)
Así que nuestros niños que llevan un mensaje de amor y paz a sus homólogos de la tierra de Martin Luter Kim amenazan la seguridad del poderoso Imperio y sus presentaciones teatrales en escuelas norteamericanas pueden ser una buena causa de abuso infantil.
¿Por qué Ros-Lehtinen, Angélica Mora y Alejandro Ríos no escriben y comentan sobre que cada cinco horas muere un niño en Estados Unidos debido a malos tratos o negligencia y los datos gubernamentales sobre malos tratos infantiles reconocían 1 700 muertos en el 2009, no obstante, un informe del Congreso que indica que el número real alcanza los 2 500?
Independientemente de estas aberraciones mentales, las 22 niñas y niños de la Colmenita, bajo la dirección de Cremata, quien sufriera muy de cerca las secuelas del terrorismo de Posada Carriles, siguen intercambiando su arte con los niños del país de Lincom, llevando su mensaje de amor.
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