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viernes, 7 de octubre de 2011

FOTO EMBLEMATICA







¡Pégate al agua, Felo!
 La frase ha pasado a la historia como el más estremecedor testimonio del crimen cometido aquel 6 de octubre de 1976.
17:23:00 - ¡CUIDADO! (en la torre de control se escucha el grito de alarma del capitán, Wilfredo Pérez).

- FELLO, FUE UNA EXPLOSIÓN EN LA CABINA DE PASAJEROS Y HAY FUEGO (informa a este último el copiloto).

- REGRESAMOS DE INMEDIATO, AVISA A SEAWELL (le orienta).

SEAWELL… SEAWELL… CU-455, CU-455… SEAWELL ¡TENEMOS UNA EXPLOSIÓN Y ESTAMOS DESCENDIENDO INMEDIATAMENTE, TENEMOS FUEGO A BORDO!

- ¿CU-455 regresará al campo?

17:25:20: (Otra vez llega a la torre de control la voz del copiloto):

- SEAWELL CU-455…PEDIMOS INMEDIATAMENTE, INMEDIATAMENTE, PISTA.

- Recibido, CU-455 autorizado a aterrizar (responden desde la torre de control).
(La tripulación ha dominado parcialmente la caótica situación. Es sacado el tren de aterrizaje y tomadas las medidas en el afán de salvar vidas).

17:25:27: (En Seawell se oye una frase perentoria):

- ¡CIERREN LA PUERTA, CIERREN LA PUERTA!

- CU-455. Tenemos emergencia total, continuamos escuchando, respondan.
(En esos momentos el piloto pierde el control del aparato. Una segunda explosión ha tenido lugar en el área de los baños traseros. Sin percatarse aún de la nueva complicación, el copiloto le grita:

- ¡ESO ES PEOR! ¡PÉGATE AL AGUA, FELO, PÉGATE AL AGUA!
(TRANSCRIPCION DE LA GRABACIÓN)

Jorge Oller Oller es un catalán radicado en Cuba que haciendo honor a cómo imagina  su nacimiento en las cubetas de un cuarto oscuro de fotografía por tierras barcelonesas no se aparta del oficio de fotorreportero. Su obra recoge los innumerables viajes del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz al exterior, la “invasión” de los médicos rurales por las montañas de la Sierra Maestra, entre otros y de su hacer, múltiples fotos emblemáticas de momentos históricos de la Revolución cubana. Una de ellas es la foto que acompaña estas líneas, la que ocupó planos estelares en las páginas del periódico Granma y en los sucesivos años cita obligada por la efeméride. Sin dudas esta imagen es una muestra elocuente del “momento preciso” y para conocer más al respecto una entrevista al maestro de fotoperiodismo exclusivas para este blogs.

JB.- ¿Qué significó en su vida de revolucionario el 6 de octubre, hace 35
años atrás?
JO.-Odio sin límites ante todo hecho terrorista. No importa donde ni quienes lo
ejecuten o apadrinen. Queda claro que cuando no hay razones se acude a la
brutalidad y la cobardía y eso se tiene que acabar. Esas acciones solo alimentan la firmeza y la convicción en las ideas revolucionarias, en las ideas de Fidel.

JB.- ¿Estuvo vinculado a coberturas periodísticas vinculado a este hecho?
¿Cómo, cuándo y dónde? ¿Qué nos puede contar de ellas? Alguna anécdota que recuerde.

JO.- Al conocerse en Granma esta horrenda noticia el director, Jorge Enrique
Mendoza, movilizó a los reporteros y fotorreporteros para reflejar
ampliamente la condena e indagación de nuestro pueblo contra los autores del
macabro crimen. A mi me asignaron el aeropuerto de Rancho Boyeros y después,
la base del monumento de José Martí donde situaron las féretros de las
víctimas. Las cajas estaban  cerradas porque algunas contenían los restos
mutilados hallados en las aguas de Barbados y que fueron identificados, pero
otras estaban vacías por no haberse encontrado los cuerpos. Por ese lugar
desfilaron largas filas de cubanos que no podían contener las lágrimas o
reprimir sollozos al ver aquellos padres, esposos, hijos y familiares que
custodiaban más que a los ataúdes, el recuerdo de sus queridos muertos.
Después, el 15 de octubre  a las diez de la mañana, el Comandante en Jefe
despidió el duelo ante una impresionante concentración de más de un millón
de habaneros reunidos en la plaza de la Revolución. El enérgico discurso de
Fidel condenando el crimen y denunciando a los terroristas y quienes lo
apañaban fue aclamado por el pueblo que levantaba carteles con consignas
contra el imperialismo yanqui. Al final, Fidel Castro terminó sus palabras
con la memorable frase de: “¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la
injusticia tiembla!”.
Pocos días después el 20 y el 21 de octubre una delegación cubana presidida
por el Canciller Raúl Roa asistió a una reunión convocada por el Primer Ministro de
Trinidad y Tobago. En esa Isla estaban presos Freddy Lugo y Hernán Ricardo.
El inolvidable maestro de periodistas y amigo, Elio Constantin y yo fuimos a
reportar la reunión, pero no tuvimos éxito con las autoridades trinitarias.
La reunión fue a puertas cerradas y no nos permitieron retratar tampoco a
los detenidos. Solo nos contentamos con vistas exteriores y las entrevistas
a los integrantes de nuestra delegación.
Con Elio viajamos también a Centroamérica para entrevistar a la periodista
venezolana Alicia Herrera que valientemente nos hizo participes de las
revelaciones que le habían hecho Hernán Ricardo y Freddy Lugo sobre su
participación en el atentado al avión de Cubana luego de ser planeado y
ordenado por Luís Posada Carrilles y Orlando Bosch. Basado en los
testimonios de Hernán y Freddy, Alicia Herrera publicó más tarde el libro
“Pusimos la bomba ¿y qué?”.

JB.- Hay una foto que ha ocupado planos estelares tanto en el periódico Granma, así como en carteles de propaganda contra el terrorismo. ¿Cómo la concibió y qué nos puede contar de ella?
JO.- En aquellos días de extraordinario dolor los trabajadores de Cubana y del
aeropuerto colocaron un gran panel con los retratos de la victimas y un
libro de condolencias presididos por la bandera cubana en uno de los salones
de la terminal aérea. Allí acudían a rendir tributo a los mártires los
compañeros de trabajo y familiares de los víctimas. El miércoles 13 de
octubre por la mañana estaba retratando a los que pasaban por allí. Casi al
medio día llegaron  Raúl Rodríguez del Rey y Caridad Bocalandro, padres de
la aeromoza Maria Elisa, para también rendir homenaje a  las víctimas.
Pero al ver la imagen de su hija no pudieron contener su dolor y traspasaron
el cordón que los separaba del retrato para contemplarlo de cerca.
Casualmente fue en ese momento que retrate a Raúl abrazando a su esposa
mientras ella miraba con amor y angustia el retrato. Llanto, dolor, cariño
lo reflejan ellos en esta imborrable escena que clama  justicia.

JB.-  35 años del abominable Crimen de Barbados, ¿qué es lo primero que
ocupa su mente? 
JO.- Justicia. Es absurdo que los terroristas asesinos deambulen tranquilamente
por las calles amparados por las autoridades norteamericanas mientras
encarcelan por una eternidad a los que trataron de de impedir esas
atrocidades.

JB.-  Alguna enseñanza para los noveles fotorreporteros.
JO.- A mi juicio, el éxito de un fotorreportero, además de estar bien preparado
cultural y técnicamente, depende de su instinto. Prever las cosas antes de
que sucedan. Estar alertas y saber situarse en el lugar adecuado, donde a
veces se pueden pasar horas esperando atrapar el instante preciso de la
noticia, es primordial para un fotógrafo de prensa.



































































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