La fuerte lluvia, en las adoquinadas calles de La Habana Vieja, no fue
impedimento para que un sin número de mujeres y hombres de diferentes
generaciones, poblaran los pasillos del Hostal Villanueva, lugar donde se
inauguró la exposición fotográfica colectiva Eternamente Che, con la curadoría de Roberto Chile. Fue la primera
para homenajear al hombre que dedicó la vida por la causa de los desposeídos.
La fotografía inició, y en pocos días le sucederán otras dos, en la casa del
ALBA y en el Memorial José Martí. Los artistas del lente, el pincel y la
creyola rinden tributo al Guerrillero
Heroico. En la inauguración, fuertes palmadas de los presentes para Liborio,
como digno homenaje a quien tuvo la oportunidad de inmortalizar al Che en sus
cotidianas jornadas de trabajo voluntario y el destino le impidió estar
presente. Imágenes de todas épocas. Las épicas y actuales. Perfecto Romero el
combatiente-fotógrafo con la imagen del guerrillero en la campaña de Las
Villas; Rubiera el meteorólogo con la cotidianidad de las calles habaneras y el rostro del
argentino pintado en una gran pared con lemas alegóricos y un niño que irrumpe
en el encuadre; así como Roque, la estudiante de tercer año de periodismo,
quien no acaba de sorprenderse por tener una foto de un joven sentado en lo que
fue un embarcadero con una camiseta del Che; por solo citar tres ejemplos. Los
fotógrafos cubanos siguen inmortalizando al comandante-fotógrafo en su andar
por la vida, no hay dudas, esta exposición así lo demuestra.
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