Por estos días, la Atenas de Cuba, se ha
convertido en la sede principal de la fiesta de los títeres a nivel
internacional. Muchas han sido las actividades teóricas y los espectáculos que
han despertado el interés de chicos y grandes.
Nunca he participado en un evento de tal índole, pero ello
me trajo a la mente unas fotos, tiradas hace cerca de seis años, en un
escenario rústico, cerca de la piscina del hotel Acuazul, en Varadero,
provincia de Matanzas.
Recuerdo que el grupo formaba parte del espectáculo que se
presentaba a los huéspedes y la obra tenía como nombre Ancestro.
La luz era muy baja, precisamente para lograr, con el fondo
de tela negra, un mayor impacto de la actuación de los personajes. Era todo un
reto congelar la realidad con la luz ambiente. Con el uso del flash resultarían
unas imágenes muy planas.
Al no contar en ese momento con un trípode, no quedó otro
remedio que aceptar el reto, tratar de aguantar respiración y de alguna manera
buscar la mayor estabilidad posible, inventando puntos de apoyo.
Al principio no estaba muy seguro de lograr algo que
mereciera la pena, aunque el movimiento en la foto, en ocasiones, contribuye a
la plasticidad de las mismas. Después de visualizar los cientos de fotogramas
que descargué en la computadora, traté de sintetizar la historia presentada en
más de una hora de espectáculo.
Han pasado los años y ahora es que me decido a contar la
historia de nuestros ancestros, interpretando la realidad escenificada por ese
grupo matancero, el cual me dejó un buen sabor por su actuación y lo que pude
lograr de la misma. Reina lo místico.
Buen trabajo Juvenal, realmente reina lo mistico.
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