La 24 Feria Internacional del Libro de La Habana, sin dudas, se ha convertido en un evento de lujo, no solo por lo masivo, sino también porque apenas dos meses de ser liberados Gerardo, Antonio y Ramón, quienes se unieron en tierra patria a René y Fernando, están presentes y de forma activa en San Carlos de la Cabaña, como autores o simplemente caminando por las calles adoquinadas, saludando a quienes los admiran y sienten orgullo o departiendo con los pioneros que a través de sus dibujos expresaron su solidaridad por su causa.
El primero Nuevos poemas de amor y vida del Héroe de la República de Cuba
Antonio Guerrero Rodríguez recogidos en el CD Indefinidas confesiones, publicado
por la casa discográfica cubana Bis Music, de Artex, en la sala José Lezama
Lima.
Después el volumen titulado Gaviotas Blancas (Ediciones Holguín), cuya segunda
edición fue presentada por Ramón Labañino en la propia sala.
Momento emotivo porque muchos de esos versos forman parte de
la correspondencia íntima que mantuvo con su esposa y otros que,
jamás volverá a leer por la emoción, como el dedicado a su
madre,
la cual falleció sin conocer la verdadera historia del
Héroe. Allí vimos a Antonio Guerrero querer expresar sus sentimientos hacia la
obra de Ramón y en más de una ocasión atragantarse las palabras.
La sala Nicolás Guillén se colmó de público cuando se hizo
un panel para hablar de Periodismo y Literatura en Defensa de los Cinco, se
mostró la diversidad de publicaciones de diferentes países, las pinturas de
Tony, así como la entrega del Premio a la Humildad Dora Alonso a Gerardo,
Antonio, Ramón, Fernando y René a cargo de pioneros e integrantes de los
círculos de abuelos.
Gerardo sorprendido, admiraba en su mano unos zapatitos
tejidos entregados por una de las abuelas para que Gema lo estrene.
Especial escenario se convirtió la sala Nicolás Guillén
cuando en ella estaban presentes seis Héroes de la República de Cuba, cada
cual con su historia, pero todos con un mismo ideal y una misma convicción: la
defensa de la Patria
y la Revolución.
El coronel Orlando Cardoso Villavicencio acompañado de la Doctora María Dolores Ortiz
presentaban la tercera edición del testimonio Reto a la soledad.
El texto recoge lo vivido por el joven de veinte años, que
era en aquel entonces Villavicencio, en una cárcel en Somalia. Libro que hace
ocho años recibió el premio Puerta de Espejo de la Biblioteca Nacional José Martí
al libro más leído.
Durante la presentación el general de cuerpo de ejército
Álvaro López Miera, viceministro primero de las FAR y miembro del Buró Político
del Partido narró lo sucedido en la emboscada en la cual cayó la unidad a la
cual pertenecía Orlando. Después de explicar momentos del combate, resaltó la
humildad de Cardoso y dijo que lo quería como un hijo, pero si alguien aspiraba
tener un buen amigo, recomendaba a Orlando Cardoso Villavicencio.
El autor de Reto a la soledad contó las gestiones que
encaminó para hacer llegar a los Cinco su obra. El primer intento fue
infructuoso, pero el segundo tuvo mejor fin. La primera carta que recibió fue
de René, tiempo después una llamada telefónica de Tony.
El propio René cuenta que cuando recibió el libro, aplazó
todo lo que le ocupaba por tal de leerlo. Pasado dos días ya circulaba entre la
población carcelaria y era uno de los más solicitados en la biblioteca de la
prisión. Reto a la soledad también se convirtió en el libro más leído en las
prisiones norteamericanas, aseguró.
Vivir estas jornadas junto a los testimoniantes, escuchar a
quienes a pesar de estar por años detrás de las rejas, alejados de sus
familiares y su tierra, en la soledad de sus pensamientos y su consciencia y
mostrar en sus textos, en la poesía, las pinturas el inmenso amor por la
familia, la patria y la misión encomendada, nos enorgullece porque son hijos
dignos surgidos de nuestro pueblo, Cuba.
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