Son las mismas calles que caminé a mediados de la década del
60 del pasado siglo cuando estudiaba becado en Ciudad Libertad. El teatro
Manuel Ascunce Doménech donde todas las semanas por uno y otro motivo nos
reuníamos los alumnos del pedagógico y el tecnológico. Muy cerca la explanada
del polígono donde en 1959 a
Fidel se le posó una paloma blanca en el hombro, al igual que 30 años después.
Hoy el destino es la Facultad
de Humanidades de la universidad central pedagógica Enrique José Varona. En una
sencilla aula apoyada por una computadora Alina Victoria parece una experimentada pedagoga. Luce una
blusa malva de corte pakistaní. Rápido como el viento pasan por mi mente las
jornadas en las alturas del Himalaya en la Cachemira pakistaní cuando Cuba desplegó 32
hospitales de campaña para ayudar mitigar el dolor a ese pueblo tras el
terremoto sufrido en octubre de 2005. Hoy no hay cobertura de desastre, pero
Alina está tensa minutos antes de comenzar la defensa de la maestría, por optar
la máxima calificación de Master en Didáctica de las Humanidades. El auditorio
aunque pequeño, formado por sus colegas del periódico y quienes en algún
momento de su vida hemos ocupado parte de su afecto y amistad. Al argumentar
sobre el tratamiento de los valores en las páginas del periódico Trabajadores
dijo que se basó en una investigación de muestreo hecha a los 52 números
publicados en el año 2010, así como encuestas a periodistas y estudiantes de
periodismo. Los reportajes y las entrevistas son los géneros más empleados por
los reporteros para tratar el tema. Y entre los valores más abordados el
patriotismo y la honestidad. Se afianzó en el papel socializador de la prensa
en el abordaje de los valores en nuestra sociedad, así como la búsqueda de la intencionalidad
al respecto en los trabajos dirigidos a los jóvenes trabajadores. También
enfatizó en acercar el fundamento científico al tratamiento de los valores en
los medios, sin estar ajenos a los realizados por especialistas y grupos
multidisciplinarios, buscando incidir en la sensibilidad humana de los
periodistas y que no asuman el tratamiento del tema como un mandato, sino como
necesidad propia de los medios de prensa en los diferentes productos
comunicativos. Victoria dejó claro en su defensa que es un reto para la prensa
cubana, en particular para los periodistas y directivos en la elaboración de
una estrategia sobre el tema en las distintas redacciones, con un abordaje
sistemático y creativo. Después de aprobado 30 créditos y con la profundidad
que desarrolló la defensa de su tesis, el Tribunal consideró que al escuchar
además las respuestas a las preguntas de la oponente, calificar el trabajo de
EXCELENTE. Todos aplaudimos y nos admiramos como si estuviéramos en las gradas
del Latinoamericano, pero en particular la más joven de las colegas presente
por ser protagonista de la defensa académica que hizo Alina Victoria Mena Lotti,
su propia madre.
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