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viernes, 27 de enero de 2012

NOCHE DE BELLAS ARTES

Honor al nombre del museo de arte cubano fueron las canciones interpretadas por Silvio Rodríguez en el concierto que mantuvo al público asistente en un coro gigante. Fue una noche diferente como la anunció, rompiendo el hielo con “Sonrisa de papel”, canción inédita. El patio del edificio de Arte cubano del Museo de Bellas Artes de La Habana estaba abarrotado. Apenas se podía caminar. Varias generaciones fundidas en un todo por la poesía del trovador. Jóvenes estudiantes universitarios, los tembas que ya pican los cuarenta y ta…así como los que fundaron su amistad en tierra angolana, cuando la guerra y los silviomaniáticos que lo siguen contra viento y marea. Encuentros inesperados, estrechones de manos y la alegría de poder compartir un concierto inolvidable. En el escenario, detrás del trovador, la bandera cubana con la estrella solitaria que reluce por las letras de las interpretaciones. Los chilenos presentes le vocean su cariño, el colega Javier se hizo acompañar de un grupo de argentinos. Envueltos en esta atmósfera, un joven chileno, graduado de la ELAM, me da un efusivo abrazo y expresa que me conoció cuando formó parte del contingente médico cubano que tendió la mano solidaria a Haití. Dentro de la multitud, disfrutando codo a codo con los cubanos y cubanas, Residente y Visitante de Calle 13. René Pérez y Eduardo Cabra, este último acompañado de su esposa Diana. “Ojalá” casi fue el colofón, pero todos de pie, ovacionando, lo sentaron de  nuevo en la banqueta y, guitarra en mano, “Escaramujo”. Fue una noche de Bellas Artes.

domingo, 22 de enero de 2012

PESAS Y PESOS


El sábado en la mañana hice mi periplo cotidiano por la panadería y los cuatro puestos del agro que me encuentro en el trayecto. El mercado estatal con una oferta muy restriñida y con productos que, por su presentación, no incitan al consumidor. Hay que recalar obligatoriamente en la oferta y demanda. Uno de los más abastecidos en el barrio es el ubicado en Cruz del Padre y Amenidad, en el Cerro. Los precios estables desde hace algún tiempo, el tomate a cinco pesos la libra, el mazo de cualquier producto ya sea remolacha o zanahoria en diez pesos, la lechuga a siete, la cebolla a cinco pesos la libra, el boniato a dos cincuenta y la yuca a tres pesos, igual que cada cabeza de ajo. Cuando seleccionas el producto que vas a llevar y lo pones en la bandeja para pesarlo, casi siempre el dependiente te responde: $10.00. Hace un tiempo atrás, una mano de plátano burro valía cinco pesos, después subió a seis, ocho y ya está en diez, espero que no siga subiendo. Cuando vas al mercado de Cuatro Caminos, uno de los más grandes de la ciudad, al ver la primera tarima ya es suficiente para conocer los precios que se manejan en todo el mercado. Y que decir de esos productos que vemos que han perdido calidad y el precio es el mismo. Es muy difícil estar protegidos como clientes ante estos avatares. La voz la lleva quien está detrás de la pesa y sino, pregúntele a mi colega Heriberto quien al encontrarlo rumbo a su casa, me pidió que le coja el peso a una jabita con unos trocitos de cerdo y que le estimara si llegaba a una libra, por el cual había desembolsado cuarenta pesos. Fue muy difícil el cálculo, pero al otro día me confirmó, en la cola de la panadería, que lo pesó en la bodega y le faltaba un cuarto de carne por la cual pagó. Por los productos que aparecen en la foto que ilustran estas líneas pagué treinta pesos. Sin dudas estamos atrapados en un problema de pesas y pesos, pero ¿quién nos ayuda a resolverlo?

viernes, 20 de enero de 2012

HOMBRE DE CORAZON


Hombres de Negro es el último título de José Antonio Fulgueiras, donde divierte al lector con sus anécdotas y entrevistas con esos hombres silenciosos que hacen justicia en los terrenos de pelota. Escucharlo hablar, tal y como escribe, es un divertimento para el receptor de sus mensajes, por la cubanía que profesa en su verbo, como con su pluma. Es el mismo sagüero que  no dudó en trocar sus herramientas, como reparador de líneas telefónicas, por la máquina de escribir y la magia de una redacción, decisión que aplaudimos quienes lo conocemos en los andares periodísticos. La crónica, su fuerte, lo seguirá cada minuto de su vida. No solo escribe de deportes. En sus inicios lo hizo de la famosa cadena puerto, transporte, economía interna. También escribió y compartió trinchera con los combatientes internacionalistas cubanos en la región de Luena, la ciudad de los morteros, cuando la guerra de Angola en el año 1985 del pasado Siglo. De aquella epopeya queda para la historia sus crónicas y el recuerdo de un parásito jodedor que se le alojó en el hígado y le intentó quebrantar su salud por varios años. Ya todo es historia para contar, como historia viva son sus escritos nacidos de muy adentro del corazón, desdoblando sus propias vivencias que lo marcan a su paso por la vida. 

jueves, 19 de enero de 2012

EL NUEVO PREGON


La ciudad cambia. La imagen se transforma de un día para otro. Proliferan por doquier los carretilleros que cuando comenzaron su labor, estaban en un constante movimiento, pregonando a toda voz los productos del agro que ofertan. Es una nueva modalidad, tienes en la puerta de la casa o al alcance de la mano algunas viandas o ensaladas de buena calidad, lo que en ocasiones no está al alcance de la mano son los precios de esos productos. A medida que transcurren los días ya apenas se mueven y muchos se han  apoderado de las esquinas como punto fijo de sus ventas. Allí se concentran vendedores-compradores, decibeles altos al hablar sin importar la hora, ni a quien molestan, así como los residuos de los productos, que al terminar la jornada son dejados al pairo como para que se lo lleve el viento y no recogidos y depositados en los recolectores.  Lo mismo aparecen en un barrio, frente a una tienda en divisa o ante la entrada de un mercado estatal, éstos, los fijos, apenas pregonan y lo mismo se los puede encontrar con ofertas de productos del agro, con una presentación y calidad impecable del producto que ofertan, así como comercializando manzanas y hasta confituras. La apertura del trabajo por cuenta propia ha rescatado algunas pinceladas de nuestra propia cultura, si caminas por los jardines del Capitolio cerca de la calle Dragones en la capital, quizás coincidas con una mujer, de avanzada edad, que en una bandeja apoyada en sus piernas, nos trae el coquito acaramelado, una de las exquisiteces de la repostería popular. Por alguna de las arterias del casco histórico podrás comerte un pirulí de distintos sabores. Los vendedores callejeros llegaron para quedarse, para bien de la sociedad, aunque alguien debe exigirles porque se cumplan los requerimientos establecidos para los mismos. Mientras, sigo escuchando los pregones personalizados, acompañados hasta de silbato, de los panaderos que temprano en la mañana y pasadas las nueve de la noche, caminan la calle de mi barrio vendiendo panes suaves, de corteza, mantequilla y queso crema…

domingo, 15 de enero de 2012

LA LUNA Y EL SOL

Voy a escribir un cuento, dijo Gabriela, una niña de siete años y que cursa el segundo grado. Los adultos acogieron la expresión como algo rutinario y siguieron viendo la programación de la TV. Pasado unos minutos volvió a escucharse la voz de la niña: ¿mamá hizo se escribe con S o C? ¿Hizo de qué?, preguntó su progenitora y la respuesta fue inmediata: de hacer, dijo la niña y la madre le respondió con Z. Gabriela siguió en sus trajines con los plumones y la hoja blanca. La TV seguía atrapando a los adultos, pero cuando estuvo listo el cuento, la niña se paró frente a todos y expresó: Voy a leer mi cuento.....

miércoles, 11 de enero de 2012

HACE DOS AÑOS…

El pueblo haitiano aún espera la refundación del país, después de sufrir, hace dos años, un devastador terremoto que costó la vida a unos 316 000 personas, unas 350 000 quedaron heridas y más de 1,5 millones de personas quedaron sin hogar, según datos oficiales dados a conocer por el entonces Primer Ministro Jean-Max Bellerive en el primer aniversario del sismo.
El terremoto ha sido calificado como el de mayor magnitud (7 grados en la escala de Richter) registrado en Haití en doscientos años.
Muchas viviendas colapsaron y edificios gubernamentales de construcción más sólida se derrumbaron como el Palacio de Gobierno. La Catedral de Puerto Príncipe quedó en ruinas. Miles de familias lo perdieron todo y muchas quedaron bajo los escombros. Las plazas y parques se poblaron de cuanto pudieron recuperar para tratar de levantar un rudimentario techo para sobrevivir. Hoy y mañana en diferentes lugares del país orarán por las víctimas y seguirán pidiendo la bendición que cambie la situación precaria en que viven. Mientras la Brigada Médica Cubana, que lleva ya 13 años de colaboración, sigue brindando su ayuda solidaria como lo hizo en el momento del terremoto. Aún la ruina y la desolación siguen reinando en Puerto Príncipe. Prevalece la miseria.