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viernes, 2 de diciembre de 2011

DE VERDE OLIVO

Hace cincuenta y cinco años 82 expedicionarios desembarcaron por las Coloradas. Las horas infernales por tratar de sobrepasar los mangles y las adversidades de Alegría de Pío no impidieron que los valerosos combatientes flaquearan al cumplir con el propósito de ser libres o mártires. Nacía así el embrión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, sucesora del Ejército Rebelde.
En agosto de 1971, después de tres años de labor como soldador, ingresé a las FAR a través del Servicio Militar Obligatorio. Por obra y gracia del destino, y por qué no del Mayor Alfredo Rivero Torna (f), al celebrarse en la unidad militar donde pertenecía una Conferencia de la Unión de Jóvenes Comunistas, me preguntó si sabía tirar fotos y redactar algunas líneas. Aquello lo asumí como un reto y no dudé en emplearme a fondo en la tarea.
Durante mi vida familiar sólo había empuñado una Smena-8, cámara soviética que por su estructura parecía más un juguete de niño. Ahora habían puesto en mis manos una FEB-II telemétrica, también de procedencia soviética, con la cual di mis primeros pasos en este  mundo del periodismo.
En los años como periodista militar, tuve la oportunidad de entrevistar y conocer la vida y obra de muchos de los hombres y mujeres que estuvieron en el núcleo inicial.
Fui testigo en múltiples ocasiones de la entereza de los jóvenes combatientes en la preparación para enfrentar su misión en la defensa de la Patria y en tierras hermanas como fiel expresión del internacionalismo.
Las FAR han formado a miles de cubanos no solo en su preparación militar, sino en lo personal, en la formación política ideológica, en el carácter, en la manera de ver la vida y en el desprendimiento cuando nos toca defender la Revolución.
Es un honor pertenecer a un pueblo que se funde como un todo con sus fuerzas armadas, de saber que en cualquier cuadra o centro de trabajo existen hombres y mujeres, que son héroes anónimos por las páginas de gloria que han escrito, hasta con su propia sangre. Ya Almeida lo había definido en Alegría de Pío.

1 comentario:

  1. Que alegria me dio leer entre estas palabras el nombre de mi papa,Juvenal si lees este comentario algun dia pues te mando un saludo y gracias por no olvidar nunca a los buenos hombres y los buenos compañeros como lo fue mi papa, saludos de any

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